Desde que mi hija tenía 2 años de edad ha sido capaz de ver cosas que yo o ningún otro miembro de la familia podía ver. Nunca fue nada aterrador, solo pequeños niños (o que parecían ser niños) con los que ella hablaba. Avancemos rápido al año 2018. Mi hija tenía 8 años en ese momento. Me había mudado a un nuevo apartamento dúplex con mi hija y mi hijo de 3 años, y todo parecía bien al principio. Nada me daba malas vibraciones ni nada por el estilo. Además, mi hija no había visto un fantasma en más de un año en ese momento.
Después de aproximadamente 2 meses de estar allí, entré en la habitación de mi hija un día y la vi hablando y jugando con otra niña pequeña. Le pregunté el nombre de la niña y cuándo empezó a verla, y ella respondió que la había conocido la semana pasada y que era una niña triste. Antes de continuar, quiero señalar que nunca me sentí cómoda con que ella viera las cosas que veía, y nunca la animé a seguir hablando con ellos. En realidad, le decía que no interactuara con ellos y que les dijera que la dejaran en paz, pero después de años de pasar por eso y ver que nada la estaba lastimando, simplemente me acostumbré y solo hablaba con ella sobre las cosas que veía porque en realidad no podía evitarlo.
Ahora vuelvo a donde estaba. Después de que ella me contó sobre la niña pequeña, lo ignoré y le dije que tuviera cuidado como siempre y que me avisara si algo estaba mal. Después de aproximadamente una semana ya no supe nada de la niña pequeña, pero no le di mucha importancia porque vienen y van. Ahora, también alrededor de ese tiempo, las cosas comenzaron a sentirse diferentes en la casa, especialmente cuando mis hijos se iban durante el fin de semana. Por la noche, parecía como si alguien me estuviera observando y escuchaba cosas en el ático. Ah sí, olvidé mencionar que había un ático en el dúplex, pero NUNCA subí allí, NUNCA. Los áticos siempre me daban miedo.
Una noche, después de acostar a los niños, estaba viendo televisión y debí quedarme dormida porque lo siguiente que supe fue que escuché a mi hija gritando y llorando a todo pulmón. Inmediatamente salté de la cama pensando que alguien había entrado a la casa y fui directo a la habitación de mis hijos. Cuando llegué a la habitación y encendí la luz mi hija estaba sentada en la cama todavía gritando pero mirando a la esquina del otro lado de la habitación. Agarré a mi hijo y a ella, y a ella le pregunté qué le pasaba, y ella seguía gritando y llorando mientras señalaba y preguntaba: "Mamá, ¿no los ves?"
Miré hacia donde señalaba, a una habitación vacía, y enseguida supe que ella estaba viendo algo, pero esto era diferente. Traté de calmarla y le pregunté qué estaba viendo. Entonces ella comenzó a decir: 'Mamá, están ahí, todos ellos. ¿Por qué no los puedes ver?' En ese momento empecé a entrar en pánico, pero nunca mostré mi miedo delante de ella. Mantuve la calma y le pregunté qué estaban haciendo. Entonces ella dijo que estaban tocando instrumentos y riéndose de ella. También dijo que me miraban sonriendo y que les gritó que me dejaran en paz. Luego finalmente me miró y me preguntó qué significa 666. En ese momento fue como si todo mi cuerpo se pusiera en modo de protección. Ustedes podrían pensar que yo sentí miedo, pero lo que sucedió fue que inmediatamente me enfurecí por el hecho de que mi inocente hija estaba siendo acosada por esas entidades malignas con forma de niños.
Tomé las manos de mis hijos manos y corrí a mi habitación, cerré la puerta con llave e hice lo único que sabía hacer: oré, y llamé a mi primo, quien llegó a bendecir la habitación. Después de casi 2 horas de que mi hija estaba asustada y yo trataba de hacerle saber que nada le iba a hacer daño porque estaba protegida por Jesús, finalmente se quedó dormida en mi cama. Podrían pensar que después de una noche así, todo iba a parar, ¡pero NO! Parecía como si hubiera enfadado a alguno de ellos. Así que mientras mis hijos dormían en mi cama, yo acababa de quedarme dormida, cuando algo me dijo que despertara. Me desperté de inmediato y por primera vez en mi vida vi una figura oscura deslizándose hacia donde mi hija estaba durmiendo, y antes de que pudiera inclinarse para tocarla, les grité que la dejaran en paz. Sí, había perdido la cabeza, porque la figura se acercó a mí muy rápido, pero agarré mi biblia que tenía debajo de la almohada y empecé a decir la oración del Señor y la figura desapareció. Después de esa noche me mudé y dejé todos los muebles porque no quería tener nada que estuviera relacionado con eso, y nunca volvimos allí.
Historia contada en Reddit por la usuario: Material_Skin_4109
¿Qué les ha parecido esta historia de fantasmas? ¿O debo decir "demonios"?