Esta historia en la que se cuenta sobre un amigo fantasma de infancia sucedió a una chica (llamada en ese entonces Gloomylowest, en Reddit) quien dijo ser una pequeña niña de unos tres años de edad cuando "aparentemente" le sucedió, allá en Nuevo México. Dije "aparentemente" por una razón que ya lueguito en la historia leerán, pero ustedes sabrán si darle crédito... Así que tómenlo a discreción... Les dejo la historia.
Soy nueva en Reddit, así que permítanme:
Cuando yo tenía más o menos 3 años de edad vivía con mi madre en la casa de mi tía, realmente no era nada especial, mis primos vivían allí también, por supuesto, con mi tío, y bueno, con nosotras. Mi mamá y otros familiares siempre me han contado historias de cuando vivíamos ahí, pero algo que se me ha quedado grabado son las historias que me contaban de mi amigo fantasma. Siempre decían que yo me sentaba en el salón a hablar sola, que duraba horas, si no todo el día, sentada sin hablar con nadie. Cuando me preguntaban con quién estaba hablando, simplemente decía: "Sangre, amigo mío".
"Siempre me preguntaban más detalles sobre Sangre, y para ser honesta no lo recuerdo en absoluto, pero siempre lo describía como un niño grande que no tenía ojos y lloraba sangre. Mi madre dice que realmente no sabía a qué edad me refería con lo de "niño grande" ya que yo era una pequeña niña, así que cualquiera era un niño grande para mí. Creo que él probablemente tenía entre 15 y 18 años, o podría haber sido más joven o mayor; de cualquier manera era mayor que yo, seguramente.
Sangre siempre me hacía cumplidos. Mi madre dice que una vez ella estaba ocupándose de sus asuntos, y que de la nada corrí hacia donde ella estaba y le dije: "¡Me gusta mucho cómo me has peinado hoy, mamá! A Sangre también le gustó mucho", y que salí corriendo sonriendo como si nada hubiera pasado. También dice que lo más memorable fue cuando una noche yo estaba en el salón, hablando con Sangre por supuesto, y que de repente corrí a su habitación, me acerqué a ella y le susurré al oído: "mamá... Sangre no tiene ojos, y llora sangre, pero no digas nada de eso porque le da vergüenza", y que solo volví a la sala de estar entre risitas. Dice que esa noche no pudo dormir; mis primos tenían miedo de entrar en el salón por lo que yo les decía, todos tenían miedo, todos me creían, menos mi tío; a él no parecía importarle, decía que probablemente era un amigo imaginario y que no debían preocuparse. Se sentaba a escucharme hablar con Sangre mientras veía la televisión. Todo el mundo estaba muy confundido con el tema, si era un amigo imaginario, ¿por qué se veía así? Yo era una pequeña niña, no conocía las películas de miedo y todo eso, ¿por qué un amigo imaginario iba a dar tanto miedo? He oído que es bastante común que los niños pequeños vean fantasmas, así que no me sorprendería que fuera cierto.
Mi madre siempre les contaba la historia a mis tías, y al provenir de una familia muy religiosa, una de ellas la convenció de que eso se trataba de un espíritu maligno, y le aconsejó que rociara agua bendita por la casa mientras hacía oraciones con la esperanza de que el demonio se fuera. Así que mi madre le hizo caso, e hizo lo recomendado un día sin que yo me diera cuenta, aunque si me diera cuenta no creo que yo lo entendiera de ninguna manera, pero dice que después de ese día, no hablé de él para nada. Fue como si él y todos mis recuerdos de él simplemente desaparecieran. Esta es una historia que se ha quedado en mi familia hasta el día de hoy, y una historia que me gusta mucho contar a la gente, así que espero que les haya gustado.