¿El diario de Ana Frank es falso? ¿Por qué mucha gente cree eso?

Ana Frank. ¿En sus estudios? ¿El diario es falso?
Es de conocimiento común El diario de Ana Frank... Mucha gente cita una variedad de supuestas "pruebas" para afirmar que el diario es falso (queriendo decir que no fue escrito por ella), como que fue escrito con bolígrafo fino y que tal bolígrafo no había sido inventado en tiempos de Ana Frank.

La negación de la legitimidad de la autoría del diario de Ana Frank, si se quiere negar otro asuntito por allí relacionado no significa mucho.

Seguramente no hay, literalmente, absolutamente nada que aprendamos del diario de Ana Frank que no sepamos ya. ¿Qué se consigue al negar su autenticidad? ¿Significa que Ana no estuvo escondida? ¿Quizás que los judíos de Ámsterdam no necesitaban ocultar su identidad? ¿Que los judíos de Ámsterdam no estaban siendo acorralados? ¿Que los judíos no estaban siendo deportados?

Ni siquiera los teóricos de la conspiración más teñidos discuten nada de eso, ni siquiera se niega la existencia histórica de Ana Frank, ni el hecho de que falleció en Bergen Belsen, muy probablemente de tifus. Las cosas que se niegan son cosas que, como su arresto, traslado a Bergen Belsen y otros asuntos ni siquiera se mencionan en el diario.

Negar que ella es la autora del diario sólo sirve para desacreditar a su padre y, por tanto, a cualquiera que tenga la audacia de acreditar la veracidad de los eventos mencionados y encima de eso ser judío al mismo tiempo.

Y entonces, ¿es "falso" El diario de Ana Frank?


Muchas personas, al leer El diario de Ana Frank, piensan: "Está demasiado bien escrito para ser el trabajo de una niña de trece años".

Seguramente, Ana era una niña de trece años muy inteligente, como sucede a menudo con niños de esa edad, ¿no?

Puede ser que Ana haya sido muy inteligente. ¡Quién sabe! Pero, sin dudas, la profundidad y madurez de su experiencia y la elocuencia con que lo expresa sorprende a la gran mayoría de lectores. Hay partes en las que habla de uno de sus intereses amorosos y describe cómo se siente... Suena para muchos como escritura de un adulto y no de una niña-adolescente.

El diario podría ser el trabajo de una mente joven excepcional. Ciertamente no podría haber escrito así cuando tenía trece años, pudieras pensar, si la comparas con un chico moderno obsesionado con los juegos de vídeo, el fútbol o rara música moderna, y cuyo concepto de amor puede escasamente abarcar una salida al parque o al cine con alguien y apenas hablar con él...

Sobre lo del bolígrafo: Muchos dicen que en 1980, como resultado de una demanda en un tribunal alemán, la oficina forense estatal alemana (Bundes Kriminal Amt), examinó forénsicamente el manuscrito original del "diario". El análisis determinó que partes "significativas" de la obra estaban escritas con un fino bolígrafo. Los bolígrafos finos no estaban disponibles antes de 1951; entonces, esto supondría que partes de la obra se añadieron mucho después de la guerra (Ana Frank murió en marzo de 1945). Sobre esto, cabe mencionar que Peter Winter señaló en la Sección 110 de su libro "The Six Million: Fact or Fiction", que Otto Frank admitió en un tribunal de Ámsterdam que gran parte de la escritura era suya y no de Ana.

¿El diario de Ana Frank es falso? Documentos originales y transcripción de Otto Frank.
Cambio de dimensiones y filtros fotográficos aplicados. Créditos y profundos agradecimientos a: https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/

Y se cita en el libro: Explicó que había "transcrito" el diario de Ana antes de su publicación, y por eso la letra era suya. Además, Otto Frank dijo que en realidad él sólo había publicado una "novela" llamada The Annex: Diary Notes 14 June 1942 – 1 August 1944 (en holandés, Het Achterhuis. Dagboekbrieven 14 juni 1942 – 1 augustus 1944) y nunca la había llamado Diary of Anne Frank. El título Anne Frank: The Diary of a Young Girl se le había dado a la primera traducción inglesa del libro.

La Bundes Kriminal Amt también determinó que nada de la caligrafía del "diario" coincidía con ejemplos conocidos de la caligrafía de Ana Frank.

Como contraparte, se sabe que tras el fallecimiento de Otto Frank en el año 1980, el diario original, incluyendo cartas y hojas sueltas, fue cedido al Instituto Holandés de Documentación de Guerra, que encargó un estudio forense del diario a través del Ministerio de Justicia de los Países Bajos en 1986. Examinaron la escritura con ejemplos conocidos y encontraron que coincidían. Determinaron que el papel, el pegamento y la tinta estaban fácilmente disponibles durante el tiempo en que se dijo que el diario había sido escrito. Llegaron a la conclusión de que el diario es auténtico y sus conclusiones se publicaron en lo que se conoce como la "Edición Crítica" de El diario de Ana Frank. En 1990, el Tribunal Regional de Hamburgo (Alemania) confirmó la autenticidad del diario.

En el año 1959, Otto Frank tomó la vía de las acciones legales en Lübeck contra Lothar Stielau, un maestro de escuela y antiguo miembro de las Juventudes Hitlerianas que publicó un diario escolar que describía El diario de Ana Frank como "una falsificación". La demanda se amplió e incluyó a Heinrich Buddegerg, quien escribió una carta en apoyo de Stielau que sue publicada en un periódico de Lübeck. El tribunal examinó el diario en 1960 y autentificó la letra como la misma de las cartas que se sabe fueron escritas por Ana Frank. Declararon que el diario era auténtico. Stielau se retractó de su declaración anterior, y Otto Frank no continuó con el caso.

Otros citan que: el verdadero autor de la obra de ficción llevó a Otto Frank a los tribunales de Nueva York por plagio.

La acusación fue que el diario fue plagiado de un libro escrito por Meyer Levin.

En el año 1957, Fria ord ("Free Words"), la revista de la organización neofascista sueca "National League of Sweden", publicó un artículo del autor y crítico danés Harald Nielsen, que ya había escrito artículos antisemitas sobre el autor danés-judío Georg Brandes. Entre otras cosas, el artículo afirmaba que el diario había sido escrito por Meyer Levin.

En el año 1958, en una representación de El diario de Ana Frank en Viena, Simon Wiesenthal (judío austriaco sobreviviente del Holocausto, cazador de nazis y escritor) fue desafiado por un grupo de manifestantes que afirmaban que Ana Frank nunca había existido a probar su existencia encontrando al hombre que la había arrestado. Wiesenthal inmediatamente empezó a buscar a Karl Silberbauer y lo encontró en 1963. Al ser entrevistado, Silberbauer admitió su papel e identificó a Ana Frank en una fotografía como una de las personas arrestadas. Silberbauer proporcionó un relato completo de los hechos, incluso recordando haber vaciado en el suelo un maletín lleno de papeles. Su declaración corroboró la versión de los hechos que habían presentado anteriormente testigos como Otto Frank.

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Al final, la legitimidad del diario quizá no importe realmente. Sigue siendo muy conmovedor...; y definitivamente vale la pena leer El diario de Ana Frank. El libro bien pudiese ser apreciado como una especie de meta-experiencia que habría ocurrido en toda la Europa ocupada por los nazis. Lo que representa el diario es mucho más importante que su legitimidad de autoría. Seguramente hubo más gente como Ana Frank en Noruega, Francia, Italia y otros.

Si al leer el diario sospechas sobre la legitimidad de la autoría del libro eso no tendría que suponer que eres antisemita.

En lo personal, no me importa tal legitimidad del diario y recomiendo su lectura.