Espías estadounidenses recibieron información que afirmaba que el líder nazi había huido de Alemania en submarino en los últimos días de la guerra mientras los aliados presionaban sobre Berlín.
Se dice que los funcionarios argentinos dieron la bienvenida a Hitler y que después permaneció escondido en las laderas de los Andes.
Los archivos del FBI son fechados del 21 de septiembre del año 1945, sólo dos semanas después de que Japón se rindiera tras la caída de la bomba atómica y el final oficial de la Segunda Guerra Mundial.
La historia nos dice que Hitler se disparó a sí mismo a los 56 años en su Fuhrerbunker el 30 de abril de ese año, hace casi exactamente 74 años esta semana.
Los archivos del FBI que se encuentran en el sitio web de los funcionarios de la agencia revelan que la investigación de las afirmaciones sobre la supervivencia de Hitler llegó a la agencia, siendo considerada por el director John Edgar Hoover.
Numerosas cartas entre Hoover y sus subordinados revelan que pasaron información a la inteligencia militar después de recibir el aviso.
El paquete de datos, fuertemente redactado, revela que Hitler llegó a Argentina dos semanas y media después de la caída de Berlín y que también dos submarinos acamparon en las costas de Argentina, antes de que fueran llevados a caballo a las laderas de los Andes.
Presumiblemente, la información proviene de una fuente con la que se encontró un agente del FBI en Hollywood, fuente que buscaba "inmunidad para que no se le enviase de regreso a la Argentina".
Según lo afirman algunas fuentes, al llegar a la Argentina, Hitler sufría de asma y úlceras y se había afeitado su fácilmente reconocible y famoso bigote.
Otras fuentes declaran que el líder nazi llegó a la Argentina con otras 50 personas, que se cree eran oficiales y sus familiares que habían huido del Tercer Reich.
La presunta fuente también nombró a seis oficiales argentinos que se las arreglaron para albergar al líder nazi, sin embargo, los funcionarios del FBI que presentaron el informe concluyeron que hay una "falta de información suficiente para apoyar esa historia" y concluyeron que hay dudas sobre si la fuente está "diciendo la verdad".
Los funcionarios también señalan que es "imposible continuar los esfuerzos para localizar los restos de Hitler con la escasa información obtenida hasta la fecha".
Las investigaciones sobre la temida supervivencia de Hitler después de la Segunda Guerra Mundial continuaron hasta bien entrados los años 50, con mucha atención centrada en Sudamérica.
Y hace sólo dos años se descubrió en Buenos Aires, Argentina, una enorme sala de tesoros de artefactos nazis, incluyendo un busto de Hitler.